Shame es incómoda por absolutamente real (y bastante más precisa y dura que Nymphomaniac). Fassbender, al margen de resultar irresistible, merecía un Oscar por su interpretación, o algo, pero imagino que la Academia no contempla -en público- películas en las que se folla mucho.
Entiendo bien que es un
clásico y precursora de un género y un personaje luego arquetípico, pero
Delon -aunque es una belleza- me parece más que duro, inexpresivo, pero
no porque lo exija el guión (que lo hace), sino por soooonso
(imaginemos aquí a Sean Penn o a Tim Robins…no lo sé. Tengo que reposarla todavía.