miércoles, 11 de mayo de 2016

Fúsi (Virgin Mountain) (2015) Dagur Kári

Delicadísima obrita que añado a una lista, recién empezada, de películas con protagonistas que son personas reales y no modelos de pasarela o simplemente guapos maquillados a diario. Y sin duda por esa razón, el amor romántico, ese invento productor de yugos que generan mano de obra, ideal severo, meta a menudo inalcanzable, terrorífico productor de sufrimiento, injusticias y desigualdad entre humanos, condena a Fúsi a la soledad: básicamente por gordo; aunque también por tímido y torpe (sólo socialmente: Fúsi es extremadamente hábil con sus manos). Su físico le excluye de los sueños del deseo de las mujeres; su timidez y su torpeza le excluyen de la vida social y le convierten en blanco de las burlas de cualquier imbécil, los mismos que ruegan sus conocimientos cuando le necesitan. Y sin embargo, Fúsi jamás se queja, ni devuelve a quien le hiere otra cosa que no sea bondad y ayuda desinteresada. Bondad silenciosa, como él. Bondad ¿inconsciente?: ¿por qué Fúsi nunca duda?

¿Si devolviéramos bien por cada afrenta? ¿Si respondiéramos con flores a los tanques? ¿Podríamos sembrar para recoger, inocular un potente antídoto inesperado y capaz de involucionar el rumbo siniestro de la deriva del mundo? ¿Y qué grado entonces, de daño, deberíamos estar dispuestos a soportar sin huir, o sin responder? ¿Son sólo los niños, los tontos, o los mártires, los que no se defienden? ¿Y los otros, me temo, son, somos, entonces los adultos, "los listos" o los supervivientes?... Pues entonces apaga y vámonos...

La extraordinaria bondad en el cuento de Fúsi, sin límites, ni cálculo, ni propaganda, obliga al auto-examen. Y sacude con melancolía a todo aquél que cumplió ya los suficientes años como para añorar el corazón intacto, y echar de menos andar sin escudo y la inocencia que perdió. Y sacude con melancolía también a todo aquél que cumplió ya los suficientes años como para constatar, ya sin tiempo para cambiar, ni esperanza, que, por el contrario, anduvo desnudo en exceso, y todo lo que no supo aprender para protegerse y sobrevivir.