sábado, 19 de diciembre de 2015

Innocence (2004) Lucile Hadzihalilovic

Rarísima fábula que retrata de forma inquietante la niñez de las niñas. No puedo evitar pensar que sólo el hecho de ser mujer permite a la directora regodearse en la sensualidad sin culpa de niñas semidesnudas cuya intimidad y juegos se nos permite contemplar en larguísimas secuencias y planos: sin duda escandalizaría muchísimo que lo hiciera un hombre... Y contemplamos fascinados. Por la belleza de las imágenes (memorable el camino del bosque iluminado con bombillas), por los misterios que mantiene el guión, por la melancolía con que se describe un tránsito raramente contemplado por el cine, por las metáforas entorno al enigma extraño y sangriento que convierte animalitos asexuados en mujeres, que los despierta, obligatoriamente, de un limbo dulce y libre y los trae de un golpe doloroso -de vísceras- a la tierra, para inaugurar el viaje. Los suicidios insinuados, los intentos de fuga, para mí, que recuerdo el principio y conozco bien ya el trayecto, resultan metáforas de la conciencia -que siempre es melancólica- de algunas niñas de que ese nuevo punto de partida sólo conduce hacía el fin.