viernes, 11 de octubre de 2013

Les nuits rouges (1974) Georges Franju

Resulta extremadamente ingenua ahora, claro… pero quizá por eso, me ha parecido encantadora. He vuelto a los 13, a las sesiones triples, a Flash Gordon o Fantomas. Me han gustado las hordas de zombis (con y sin máscara), el doctor loco, el peinado del protagonista, la afición al disfraz del malvado, la costumbre de acuchillar (mucho más elegante que pegar tiros) y, sobre todo, las escenas de los tejados (preciosa fotografía) con la mala enmascarada y la police, con esa música como de ascensor, susurrante y ¿sexy? y que resulta más estrambótica todavía cuando suena mientras se asesina a una anciana que estaba durmiendo en su cama -esa imagen me chifla-. La fotografía es perfecta y cuenta con facilidad, con mucha limpieza: ese dominio de la narración me parece ya muy difícil. Estrafalaria y deliciosa, como una bolsa de pipas, o una tarde de sábado sin obligaciones.