La mezcla de humor y de melancolía resultaría perfectamente agradable para ver por la tele un sábado tonto sin sentir ganas de vomitar. ¡Qué menos!... Pero poco más. Entretenida, gracias a su protagonista, un seductor maduro, escéptico y muy gracioso. Con diálogos inteligentes y retratos afilados y muy realistas -imagino- de la vida de la alta burguesía romana, concretamente. Pero poco más. Falta fondo y Fellini. Esta no la pongo en la sección de "Amor para guapos", pero sí en la de "jubilación de los ricos" y "qué pereza, la ciudad".