miércoles, 29 de julio de 2015

Tres colores. Blanco (1994) Krzysztof Kieslowski

Kieslowski dirige todo excepcionalmente bien y prestando atención meticulosa a los detalles. La película funciona como road-movie entretenida y surrealista. El tono es radicalmente distinto: aquí hay humor y melodrama. La historia es extraña... Tal vez las humillaciones de su esposa o el periplo al que lo empuja hasta volver a su patria no fueron bastante lección para Karol: en cualquier caso, el dolor sufrido no lo librará del rencor sino que lo volverá malvado... ¿Quizá ya era un hombrecillo mezquino bajo su apariencia inocente; o tal vez amaba a su esposa mucho menos de lo que él pensaba: qué clase de amor es ese que se transforma tan rápidamente en una venganza de odio calculada en el tiempo? ¿Qué clase de venganza es esa que implica el propio sufrimiento y llevará a Karol a convertirse  en un verdugo hasta para sí mismo. ¿Qué clase de Égalité simboliza Blanco?... ¿Igualdad en las putadas?

(Sigo prefiriendo Azul)

Ahí está... el contenedor y el viejo. 

Este plano también está en Rojo