viernes, 9 de octubre de 2015

SERIES: Le p'tit Quinquin (2014) Bruno Dumont

Sólo leo las críticas de las pelis después de haberlas visto y me da igual si Cahiers du Cinema consideró esta serie de cuatro capítulos la mejor obra audiovisual francesa del año pasado: yo la incluyo a partir de ahora entre mis preferidas, entre las memorables y las que recordaré. Y no sólo por Quinquin, ese niño fiero con la determinación de un boxeador, también por la espectacular fotografía (a la altura del paisaje alucinante que retrata), todos los personajes y escenas inolvidables (ssschpiderman, la peculiar forma de poner la mesa que tienen los abuelos, la ceremonia del entierro, la del restaurante, o los icontables tics del comandante Van Der Weyden) y los soberbios no-actores elegidos que consiguen hacer verdad esa historia surrealista que mezcla humor, crímenes escabrosos, dura denuncia social. Sentí curiosidad por oír las voces originales en internet -hay capítulos en youtube-... ¡y no entendí ni torta del acento cerrado en dialecto normando! pero vale la pena oír cómo suena.

He capturado muchísimos fotogramas: como siempre, me interesa básicamente la morfología de las personas y más concretamente sus cabezas (y qué soberbia cabeza la de Quinquin para esculpir o dibujar, qué belleza violenta, imperfecta y, por eso, magnética); también capturo puntos de vista, colores (contrastes y acordes) o simplemente imágenes cuya visión, por alguna extraña razón, me hace recordar inmediatamente momentos que sin embargo no he vivido o sentir, algunas veces, que no recuerdo otras vidas que sin embargo viví.