miércoles, 28 de enero de 2015

La buena boda (1982) Eric Rohmer

 Otro protagonista con el que parece imposible identificarse: Sabine es absolutamente egoista, caprichosa, infantil, y terca... Aunque, por la determinación con que se expresa y ejecuta, tampoco podríamos asegurar que acaso no sea, en realidad, una mujer consciente, pero desengañada, desesperada y con un humor muy negro.... En cualquier caso, el personaje resulta irritante, sus acciones, patéticas, y Rohmer mantiene incómodo al espectador hasta el final, empujado a la vergüenza ajena* tanto como al propio examen. Suculenta película.

*  ese tipo de vergüenza que al parecer sólo aquí conocemos (en inglés se dice "Spanish shame"): ¿qué sentirá un espectador sajón, o el francés?