viernes, 16 de enero de 2015

Onibaba (1964) Kaneto Shindô

Espesa, intensa y preciosa. Una factura aparentemente muy sencilla que logra, sin embargo, pintar de forma muy intensa y agobiante un cuento moral para adultos. El tempo lento, que subraya el protagonismo del campo de juncos, la naturaleza, el claroscuro utilizado, la música y los efectos son igualmente contenidos pero tremendamente expresivos. La fotografía y la composición de los planos es perfecta. Excelente. Además, como la buena sopa, al día siguiente resulta más sabrosa todavía.