domingo, 2 de febrero de 2014

Molokh (1999) Aleksandr Sokurov

...Y otra vez esa cosa plástica del tiempo, ese silencio que tanto se agradece, la ausencia casi de música. Supongo que la textura de las imágenes es así, borrosa, onírica, y no es culpa de la copia -por momentos, me parecía que pixelaba demasiado-. Al margen de la textura, he hecho + de cien capturas: las imágenes son potentísimas, hay un 95% de planos impecables, de composición perfecta, clásica, desnuda de artificios. Y cómo lo sabe, cómo se regodea, Sokurov, deteniendo esas composiciones que hace con los personajes, aguantándolos inmóviles a menudo, como retablos de pintura. Me gusta mucho su teatralidad, lo mucho que tiene de cine mudo expresionista, esa atmósfera de cuento con esos personajes grotescos: Goebells interpretado por una mujer y su mujer una bruja que cojea un culo imposible; y Hitler retratado como un Nosferatu demente, y Eva... El único personaje cuerdo entre tanta irrealidad, Eva es como una princesa entre los enanos, una princesa que ha elegido vivir en una torre que se derrumba: sabe de lo insensato de su elección y sin embargo permanece allí por voluntad propia, voluntad de autocombustión.

Buenísima. Quiero más Sokurov.