martes, 12 de abril de 2016

Ghost dance (1983) Ken McMullen

La copia de la película en Youtube es penosa, pero abundan los bonitos encuadres, básicamente de edificios industriales abandonados. De la escena final, he capturado montañas de imágenes de las olas rompiendo el la playa: me fascina su dibujo y me hipnotiza el mar, aunque no es mérito del director. La música (David Cunningham, Michael Giles, Jamie Muir) me parece excepcional y apunto volver a oír determinados pasajes que se acoplan perfectos a las imágenes que acompañan. La estética ochentera aguanta mal el tiempo y me desasosiega el peinado croqueta de Pascale Oignier (tanto como lo hace en las pelis de Rohmer). Todo eso en cuanto a la forma. 

El asunto es otra cosa. Esta es una película de texto, casi un documental, para ilustrar disquisiciones del lenguaje que ya se recogen en libros, pero que resulta muy sugerente para cualquiera al que le interese la relación entre el psicoanálisis y el cine. Recomiendo ver después el documental/entrevista dirigido también por McMullen, Bernard Stiegler on Jacques Derrida, Hauntology, and "Ghost Dance", que aclara y profundiza en algunas de las cuestiones, y multiplica las conexiones y conclusiones que se pueden extraer y que son muchas y variadas ... Pero supongo que "para todos los públicos" el segundo documental resultará también un verdadero coñazo. La película es de 1983 pero el tiempo desde entonces no ha hecho otra cosa que apuntalar los razonamientos de Derrida entorno a la influencia de lo fantasmático en la vida real y su hegemonía en el futuro. ¿Qué hubieran pensado, Freud y Derrida, pobrets, si hubieran llegado hasta la era de internet y comprobado sus estragos? Pues que tenían razón: el futuro era de los fantasmas. El presente lo confirma.

El dominio absoluto de la imagen, la forma sobre el contenido, que nos mantiene hipnotizados frente a todo tipo de pantallas conseguirá finalmente enmudecernos. Y ejercemos ya de ventrílocuos de nosotros mismos ("hablamos" pero con la boca cerrada) cuando nos comunicamos a través de mensajes escritos (email, wasap): el texto escrito funciona así a modo de preservativo emocional que nos ahorra "pringue"y problemas... pero también roce y goce de la realidad. Dicen que el género epistolar vive su renacimiento y Facebook permite que cualquiera escriba o copie grandes frases... breves (y la brevedad juega a creerse absoluta, verdadera). Pero no hay más profundidad detrás de la superficie. Nadie escribe textos largos o intercambia largas cartas, como lo hacía Kafka -también citado-, porque exigen un esfuerzo, y porque ya nadie entiende una frase que incluya más de otra subordinada  La era de los emoticonos y las pantallas con teclado minúsculo ha terminado reduciendo el fuelle de nuestro entendimiento falto de gimnasia.

Yo también creo en los fantasmas: me dan más conversación. ¿Cómo podría no creer?: soy uno de ellos, aquí mismo, hablando solo, sin necesidad de mover los labios: como un fantasma. No tengo interlocutor y permito que otros hablen por mi boca cerrada, para poder contestarles. Me gusta de vez en cuando dejarlos invadirme y observar sus maniobras: palabras juntas y también revueltas, logos desbocado, logos rodando; me hago dueño de una noria gigantesca a la que nadie se sube porque todos se marean. Aunque gire vacía, a mí me divierte verla funcionar, dar vueltas con sus luces que van cambiando de colores, con su música siempre distinta, engrasar la maquinaria de mi oráculo de feria. Algunos encuentran útil mi afición y me echan de vez en cuando un par de monedas por la rendija (también funciono como app en el móvil), para que haga girar la rueda que les permite consultar sus dudas con los muertos que invoco. Pero se ríen de mí cuando huelo su miedo. Y regresan a casas donde el futuro está garantizado confortable, y seguro.

Estoy cansado de ser autómata fantasma en un limbo mecánico sin sonido.

Los apaches tienen en su idioma una expresión concreta para "haber perdido la fe en las palabras"Los indios sabían de silencios. Y de fantasmas. "Ghost dance" también era el nombre de la profecía del chamán Wovoka que se convirtió en un lema para la resistencia de los indios americanos y acabó costándole la vida a centenares de lakotas en Wounded Knee: me extraña tanto que McMullen no encontrara esa conexión...  Pero supongo que sólo los fantasmas tendemos a recordar tanto los nombres de los muertos.. En los días de fatigas, espero como el descanso, que llegue de una vez el momento de entrar a formar parte de "los más". ya no venga ningún vivo a preguntarme lo que no quiere saber, o a recordarme lo que me pide que olvide. Y ya no tenga que volver a vestirme. Y me sienta menos solo. O tal vez alguien me extrañe. O encuentre con quién bailar.






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EXTRACTOS GUIÓN:


"Cuando dos personas hacen el amor, hay cuatro personas que miran, ya que es en los momentos de gran intimidad y vulnerabilidad cuando los personajes interiorizados del pasado devienen presentes. Pero esos cuatro fantasmas arrastran sus propios fantasmas interiores. Y así, estos a su vez. " 
“Estar siendo rondado por un fantasma es recordar algo que no has vivido. Para la memoria es el pasado que nunca a tomado la forma del presente."

"Cuando dos personas hacen el amor, hay otra siempre presente. Pero ese otro es una forma imposible de describir. Es el trauma él mismo. El testigo. Está "entre" y al mismo tiempo excluido. Un ruido que quiebra el enigma de la noche. Un espejo que rechaza confirmar la existencia. El reencuentro con una forma de sexualidad que significa la muerte."

"Ser el que ve y el que es visto. Penetrar allí donde el espacio se convierte en tiempo y donde el tiempo se detiene. Escapar para siempre al tiempo. Todos los rituales son la expresión de ese deseo."
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"Vamos a mirarte mientras nos miras mirándonos..."
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“¿Cree usted en los fantasmas?

Derrida: “-Primero, está usted preguntándole a un fantasma si cree en los fantasmas. Aquí el fantasma soy yo, desde el momento en que se me ha pedido que me interprete a mí mismo en una película que es más o menos improvisada… Me siento como si estuviera dejando hablar a un fantasma por mí. Curiosamente, en lugar de interpretarme a mí mismo sin saberlo, dejo a un fantasma ventrilocuar mis palabras o interpretar mi papel lo cual es más divertido aún,. El cine es el arte de los fantasmas, una batalla de fantasmas. Creo que el cine va de eso, cuando no es aburrido, es el arte de hacer que los fantasmas puedan regresar. Por lo tanto, sí que soy un fantasma, pero te aseguro que estoy hablando con mi propia voz. Así que los fantasmas existen. Invocamos fantasmas todo el tiempo:  hablamos de Marx, de Freud tuvo que lidiar toda su vida con fantasmas…   Lo que dice Kafka sobre la correspondencia, sobre las cartas, sobre la comunicación epistolar, también se puede aplicar a la comunicación telefónica. Si se supone que traspasamos el poder de los fantasmas medieval, con su, de alguna manera, “tecnología primitiva”. Y creo que el desarrollo moderno de la tecnología de la imagen, como el cine y las telecomunicaciones, aumenta el poder de los fantasmas y su habilidad para rondarnos, en lugar de disminuir el ámbito de los fantasmas. . Usted misma, ala que sólo conozco desde esta mañana y ya está atravesada por figuras fantasmáticas.

Si creo o no en los fantasmas, digo: “Larga vida a los fantasmas”
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Los rusos quisieron reclamr el cuerpo de Marx. El dijo que se queden con mis ideas pero mi cuerpo se queda aquí, en "le coin des pauvres"
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Pero los muertos no aparecen simplemente, sino que regresan, lo que presupone una memoria del pasado. Me ha intrigado una teoría particular, la de los psicoanalistas N. Abraham y M. Torok, desarrollada a partir de Freud, su "Teoría de los fantasmas", está basada en una teoría del duelo (luto). En un duelo normal, dice Freud, uno interioriza la muerte, y la asimila. Esa inetriorizacion es una idealización. Acepta la muerte. Por el contrario, en un duelo que no se desarrolla de forma natural, i.e., en un duelo que sale mal, no hay interiorizacion real. Es lo que A. y T. llaman "incorporación": los muertos son cargados x nosotros, pero no se convierten en parte de nosotros; sólo ocupan un lugar concreto en nuestros cuerpos; pueden hablar por sí mismos; pueden rondar nuestro cuerpo y ventrilocuar nuestro discurso. De forma que el fantasma permanece encerrado en una cripta que es nuestro cuerpo, y nos convertimos en una especie de tumba para ellos. Un fantasma puede ser no sólo nuestro inconsciente, sino más concretamente el inconsciente de otro que nos juega malas pasadas. El inconsciente de otro habla en nuestro lugar. Puede ser terrorífico. Pero así es como empiezan las cosas.
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¿La creencias gruesas de la Edad Media resurgen de entre los surcos del tiempo?
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- Mi tesis trata sobre el origen de la religión, el pensamiento mágico y todo eso, de los rituales y los cultos. 
- ¿Y la diferencia entre un culto y una perversión?
- Me dan una impresión similar, de forma extraña-
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-¿Crees que los mitos sirven para evitar algo?
- Creo que ahora que todo se derrumba las personas se ponen a creer en cualquier cosa."
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[¿? Buscar el texto]"L'Histoire d'H"
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Más allá de la máscara del intelecto. Fuera del alcance de la consciencia. Una nada. Un no ser. Un no lugar.















"Las acciones forman el pensamiento"





"Un fantasma asola Europa. El fantasma del comunismo" (querido Marx: nunca te separes de mi vera, no dejes que pierda tu norte...)
Derrida ya pasó a formar parte de "los más"...
Pascale Oighier murió al año siguiente de rodar la película: y se convirtió en fantasma...