domingo, 8 de marzo de 2015

Samuel Beckett's Film (1965) Alan Schneider



De repente, Buster Keaton parece un insecto histérico corriendo pegado a los muros buscando esconderse, encontrar un cobijo a salvo de cualquier mirada (su visión produce espanto en las personas que se cruza), conseguir resultar imperceptible para los animales (hasta para el pez en la pecera), imperceptible para las cosas  (hasta para la imagen que cuelga de un clavo en la pared), imperceptible hasta para sí mismo (cegando cualquier testimonio de su existencia: el espejo, las fotografías familiares). Pero ese ya mero "ser vivo", que finalmente se acuna en la mecedora creyendo haber conseguido desaparecer, no contaba con la cámara que lo ha seguido hasta su escondrijo, que permanece a su espalda, y que finalmente lo enfrenta.  A sí mismo. ¿A una mirada de la que no puede escapar? ¿En qué "demonios" estaría pensando Beckett?

[4]
(Dudo que Lynch no la viera antes de rodar Eraser Head)